sábado, 16 de noviembre de 2013

Atardecer en Extremadura


SIBARITA
¡A mí n'amás me gusta que dali gustu al cuerpo! Si yo juera bien rico jacía n'amás eso: jechalme güenas siestas embajo de los fresnos, jartalmi de gazpachos con güevos y poleos, cascalmi güenos fritis con bolas y pimientos, mercal un buen caballo, tenel un jornalero que tó me lo jiciera, pa estalmi yo bien quieto, andal, bien jateao, jechal cá instanti medio, jumal de nueví perras y andalmi de paseo lo mesmo que los curas, lo mesmo que los méicos... Si yo juera bien rico jacía n'amás eso. ¡Que a mí n'amás me gusta que dali gustu al cuerpo!

Gabriel y Galán, en Ehtremeñu

Esta foto la hice el agosto de 2008. Estaba de vacaciones en el pueblo de mi padre, Aceituna (Cáceres). En el momento que hice la foto volvía a casa, es más, está hecha desde mi propia calle (la del pueblo, caro). Fue una prima, que me acompañaba en ese momento, la que me dijo que hiciese la foto al cielo, que estaba precioso a esa hora del día, el atardecer. Al enfocar con la cámara me di di cuenta de que la farola que aparece en el lado superior derecho dotaba de una gran particularidad a la imagen.
El paisaje que vemos es el de una vista hacia Portugal, cuya frontera no se encuentra muy lejos de allí, cosa que se observa en la influencia del hablar de las personas del lugar. El poema de Gabriel y Galán que se muestra fue escrito mientras vivía en Gijo de Granadilla, y está en castúo. Guijo de Granadilla dista unos 15 o 20 minutos desde Granadilla.

Hablando de la foto, lo que principalmente observamos en un paisaje, aunque lo me más gustaría destacar la farola, me parece un elemento que dota, como ya he comentado, de una gran identidad. Es un elemento compositivo peculiar, que podemos entender como un elemento que representa la unión de lo natural con el pueblo, lo artificial.
Señalar por otro lado el foto de luz, ese sol poniente, que ilumina con una intentísima luz de oeste. Es un gran foco que parece seguir iluminando la imagen y la estancia con luz natural, como si los rayos se hubiesen quedado inmortalizados al apretar el botón de la cámara. Este sol es el que provoca la iluminación de las nubes, y regala ese color tan peculiar: un color naranja preciosísimo.


Me siento muy afortunado por haber obtenido esta fotografía. es una imagen que despierta variedad de sentimientos en el espectador, al menos en mi. Espero que a ti te ocurra lo mismo...

1 comentario:

  1. Pues sí, la fotografía es una preciosidad. La tonalidad de la luz, el contraste con los perfiles de las formas, las nubes. Todo. Muy bien por tu comentario y por regalarnos esta imagen.

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