La casa-museo Benlliure es
una casa burguesa del siglo XIX en el que residía la familia Benlliure, compuesta
por excelentes artistas valenciano como José Benlliure y su hijo Peppino
Benlliure.
Tras la muerte de ambos
pintores la casa fue heredada por María Benlliure, la cual la donó al
Ayuntamiento de Valencia con la única condición de que su uso fuera para albergar
un museo dedicado a sus familiares.
El acceso al edificio
conserva la amplia portadas que en su día permitió el paso de carruajes al
zaguán; dividido en dos tramos, por el primero se accede a la escalera de
mármol que conduce a las plantas superiores, mientras el segundo actúa de
enlace entre las distintas dependencias de la planta baja: salita de visitas,
despacho, comedor etc., habiéndose situado una reconstrucción de las distintas
habitaciones con todos sus muebles y objetos decorativos de la época.
En esta reconstrucción de
los espacios los cuadros están completamente integrados en cada habitación,
vale la pena destacar habitación de recepción o sala de los retratos. Esta
habitación contiene retratos de toda la familia Benlliure pintados por el
propio José (padre) y su hermano António (magnífico retratista), junto con
excelentes muebles antiguos italianos. La sala está completamente integrada en
lo que respecta a su antigua función de recepción, marcos que combinan con los
muebles, pared de tono naranja pastel que no destaca respecto el conjunto y luz
artificial.
Continuando todo recto desde el zaguán nos encontramos un espléndido
jardín con cierta inclinación gótica y un pavimento cerámico decorativo, y continuando hacia adelante nos encontramos con el estudio de la casa. En esta zona se
exponen junto a los diferentes instrumentos que utilizaba José una gran cantidad de sus obras, todo ello acompañado
de un ambiente burgués y muy iluminado por una gran vidriera a este y luz
cenital.
En el estudio esta fue la obra que mas me llamó la atención “ Carnaval
Romano”
Sus obras destacan por tener un trazo simple pero lleno de fuerza y
contenido; y su afán de representar temas costumbristas que retratan la Valencia
de aquella época y otros temas religiosos.
Subiendo por las escaleras de mármol del zaguán (anteriormente citadas)
nos encontramos con dos salas de exposición (una dedicada a Peppino y Mariano) y otra dedicada a exposiciones
temporales. En mi opinión estas salas no están bien conformadas para albergar
obras de arte, una vez dentro te sientes en un espacio clautrosfóbico o
oclusivo y estridente en el que no puedes prestar toda la atención que merecen
a las obras, esto es debido a la poca altura entre forjados, la falta de
apertura al exterior ( iluminación artificial) y el color estridente de las
paredes.
A pesar de esto podemos ver los paisajes luminosos y de pincelada
espontánea que recuerdan a su maestro impresionista Sorolla.
En conclusión esta casa museo es un lugar indispensable para conocer la
vida de un gran pintor Valenciano no tan conocido como José Benlliure.
Me alegro de que le hayas dedicado una entrada a la Casa Museo Benlliure. Es un lugar que merece la pena ser visitado. ¡Buen comentario!
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